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«El Buda es el Vehículo Supremo» · Extracto del ensayo Shōbōgenzō Bussho · Dōgen Kigen
El maestro Zen Dazhi de la montaña Baizhang dijo a los monjes:
«El Buda es el vehículo supremo. Su más alta sabiduría fue la que estableció el Budadharma. El Buda posee la naturaleza de Buda. Él es el maestro que usa libremente el viento de la causa y el efecto, que usa libremente la bondad y la sabiduría, y quien lleva la causa y el efecto a su fruto último. Aunque permanece en el ciclo de vida-muerte, no es obstaculizado por él. Aunque permanece en el mundo de los skandhas, no es obstaculizado por ellos. Va y viene libremente sin dificultad alguna, como quien atraviesa una puerta abierta. Siendo así, conduce a todos los seres, sin tener en cuenta su posición o capacidad, incluso a una hormiga, hasta la pureza inconcebible de la tierra maravillosa».
Estas fueron las palabras de Baizhang. Los cinco skandhas son el cuerpo indestructible del Dharma. Este cuerpo es una puerta abierta, no obstaculizada por los cinco skandhas. Inmerso en la vida, no está condicionado por la vida. Inmerso en la muerte, no está condicionado por la muerte. No os apeguéis a la vida sin más, no temáis irracionalmente la muerte. La vida y la muerte son ya el lugar en el que mora la naturaleza de Buda. Cuando reconocéis que las innumerables relaciones circunstanciales que aparecen ante vuestros ojos son naturaleza de Buda, podéis «usar libremente el viento de la causa y el efecto«. El Buda es el Vehículo Supremo. El lugar en que reside el Buda es la tierra pura, inconcebible y maravillosa.
Huangbo (j. Ōbaku) estaba sentado en la sala de té de Nanquan (j. Nansen). Nansen preguntó a Ōbaku: «Se dice que si ‘practicamos equilibradamente samādhi y prajña, podremos ver claramente la naturaleza de Buda’. ¿Qué piensas tú de esto?«.
Ōbaku respondió: «Si a lo largo de las doce horas del día no dependemos de nada, lo realizamos naturalmente«.
Nansen dijo: «¿Esta comprensión es tuya propia?«.
Ōbaku respondió: «No tendré el atrevimiento de afirmarlo«.
Nansen dijo: «Puedo cubrirte tus gastos de soja y agua, pero ¿quién te cubrirá el dinero que has gastado en sandalias de paja?«.
Ōbaku desistió de responder nada más.
«Practicar equilibradamente samādhi y prajña» no significa que la naturaleza de Buda se realice claramente cuando la práctica del samādhi y de prajña se dan en equilibrio, sino que cuando se realiza claramente la naturaleza de Buda la práctica de samādhi y prajña se dan en equilibrio.
Nansen dijo: «¿Qué piensas tú de esto?«.
En otras palabras: «¿Quién es el que está realizando claramente la naturaleza de Buda?«.
Decir: «si practicamos equilibradamente samādhi y prajña, podemos ver claramente la naturaleza de Buda. ¿Qué piensas tú de esto?«, es también una expresión del Dharma.
Ōbaku respondió: «Si a lo largo de las doce horas del día no dependemos de nada, lo realizamos naturalmente«.
Esto quiere decir que, aunque «la realidad de las doce horas» se encuentra en «la realidad de las doce horas«, no depende de nada. Dado que el estado de «no-dependencia de nada» es «la realidad de las doce horas«, la naturaleza de Buda se realiza claramente. ¿En qué momento y en qué lugar que no sea aquí y ahora podemos encontrar «la realidad de las doce horas«? El punto esencial es «no depender de nada«. Esta verdad fundamental no cambia según las circunstancias.
Cuando Nansen preguntó: «¿esta comprensión es tuya propia?«, Ōbaku no pudo mirarle y decirle: «¡Sí, es mi propia comprensión!«, porque, aunque esta comprensión surja en él, no le pertenece. Sus palabras expresan una verdad universal.
Ōbaku dijo: «No tendré el atrevimiento de afirmarlo«. En la China Song, esta era la respuesta habitual que daba cualquiera al ser interrogado sobre sus propias habilidades. Incluso si alguien tenía la habilidad en cuestión, la modestia recomendaba responder de esta manera. Por tanto, no consideréis la respuesta de Ōbaku como una muestra de falta de confianza en sí mismo. No debemos suponer que la expresión de Ōbaku significa lo que dice literalmente. La comprensión de Ōbaku es Ōbaku. Ōbaku es un ancestro y un ancestro no tiene por qué pensar que es atrevido cuando expresa su propia comprensión. Su expresión es como el mugido de un búfalo al salir del agua.
Nansen dijo: «Puedo cubrirte tus gastos de soja y agua, pero ¿quién te cubrirá el dinero que has gastado en sandalias de paja?«.
Debemos aplicar la inteligencia e indagar diligentemente en estas palabras. ¿Por qué Nansen estaba dispuesto a correr con los gastos de la soja y del agua y no con los gastos de las sandalias de paja? Si Nansen le hubiera preguntado: «¿Cuántas sandalias has gastado durante los meses y años de tu peregrinación en busca de la verdad?«, Ōbaku hubiera podido responder: «Siempre he corrido con los gastos de mis propias sandalias«, o bien hubiera podido responder: «He gastado dos o tres pares«. Estas hubieran sido respuestas acordes al Dharma. Pero Ōbaku desistió de responder nada más. No es que Ōbaku desistiera porque su comprensión no fuera justa o porque no fuera justa la comprensión de Nansen. Los auténticos hombres de la Vía no actúan así. Su silencio contiene un significado profundo. En su sonrisa hay una espada. La actitud de Ōbaku es la naturaleza de Buda realizándose claramente en la práctica cotidiana.
Créditos: Véase Libros Recomendados «Shōbōgenzō» Eihei Dōgen.