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«Cuando una imagen no aparece, el cuerpo total emerge»
· Extracto del ensayo Shōbōgenzō Kūge de Eihei Dōgen Zenji ·
El mandarín Zhangzhuo fue un discípulo laico de Shishuang. Después de alcanzar el despertar, compuso el siguiente poema:
«La clara luz ilumina serenamente todas las existencias.
Todos los seres, santos o vulgares, viven en mí.
Cuando una imagen no aparece, el cuerpo total emerge.
Al menor movimiento de los seis sentidos, la mente se nubla.
Querer eliminar las perturbaciones agrava la enfermedad.
Negar la realidad es igualmente pernicioso.
Así pues, fluye sin obstáculos con las circunstancia del mundo.
Nirvāṇa y saṃsāra son flores en el cielo».
«La clara luz ilumina serenamente todas las existencias». Esta clara luz es la sala de los monjes, la sala del Buda, la cocina y las tres puertas del templo. Todas las existencias son la realización de la clara luz y la clara luz es la realización de todas las existencias.
«Todos los seres, santos o vulgares, viven en mí». No es que no haya seres santos y seres vulgares, sino que no debemos insultarles mediante la discriminación.
«Cuando una imagen no aparece, el cuerpo total emerge». Las imágenes aparecen una a una. Este estado es inevitablemente no-nacimiento y la manifestación total del cuerpo completo. Por esta razón se dice que ninguna imagen aparece.
«Al menor movimiento de los seis sentidos, la mente se nubla». A pesar de que los seis órganos sensoriales son los ojos, oídos, nariz, lengua, cuerpo y mente, no siempre son dos por tres, pueden ser tres y tres, antes y después.
«Movimiento» es como el monte Sumeru, como la Tierra, como los seis órganos sensoriales y como el menor movimiento mismo. Puesto que el movimiento es como el monte Sumeru, el no-movimiento es también como el monte Sumeru. Por ejemplo, el monte Sumeru produce nubes y agua.
«Querer eliminar las perturbaciones agrava la enfermedad». Hasta el momento no hemos estado libres de la enfermedad; hemos padecido la soberbia de querer llegar a ser Buda y el sarampión de querer llegar a ser ancestros. La idea de eliminar la enfermedad es una enfermedad que agrava todavía más la dolencia. El momento proceso en que surge el pensamiento de eliminación es, en sí mismo, una perturbación. La enfermedad y la eliminación de la enfermedad son coexistentes y, al mismo tiempo, están más allá de la coexistencia. Las perturbaciones siempre llevan incluido el dharma de su disolución.
«Negar la realidad es igualmente pernicioso». Dar la espalda a la realidad es pernicioso. Dar la cara a la realidad es pernicioso. La realidad es a la vez «dar la espalda» y «dar la cara». Tanto en el lado «espalda» como en el lado «cara» se encuentra la realidad. ¿Quién puede darse cuenta de que lo «pernicioso» es también la realidad?
«Así pues, fluye sin obstáculos en las circunstancias del mundo». Las circunstancias producen continuamente nuevas circunstancias y la fluidez genera fluidez. A este estado se le llama sin obstáculo. Para conocer el obstáculo y el no-obstáculo debes estudiarlos con mirada no-obstaculizada.
«Nirvāṇa y saṃsāra son flores en el cielo». El nirvāṇa es el estado annutara-samyak-sambodhi (el Supremo y Perfecto Despertar). Este estado es la morada de los ancestros budistas y de sus discípulos. Saṃsāra es «el cuerpo real del ser humano». Nirvāṇa y saṃsāra son la realidad y al mismo tiempo son flores en el cielo. Las raíces y los tallos, las ramas y las hojas, las flores y los frutos, el resplandor y los colores de las flores en el vacío, son, cada uno, la floración de las flores en el cielo. Las flores en el cielo dan siempre frutos en el cielo y extienden las semillas del cielo. Puesto que el triple mundo en el que estamos viviendo ahora es cinco pétalos abiertos de las flores en el cielo, «lo mejor es percibir el triple mundo como triple mundo».
El triple mundo es la «forma real de todos los dharmas», es «la forma florecida de todos los dharmas». Todos los dharmas innumerables son flores en el cielo y son frutos en el cielo. Tenemos que darnos cuenta, a través de la experiencia, de que son parecidos al ciruelo y al sauce, al durazno y al albaricoquero.
Créditos: Véase Libros Recomendados «Shōbōgenzō» Eihei Dōgen.