Índice
Un pez dorado liberado del anzuelo
Hōgo (1)
8. Palabras sobre el Dharma (Eihei Kōroku, Volumen 8)
¿Quién alcanza fácilmente el único gran asunto del condicionamiento causal para la aparición de todos los Tathāgata Budas? (2) En los últimos tiempos, los que buscan genuinamente el Dharma son raros, mucho menos alguien lo ha realizado. Supongamos que memorizas los sermones sobre el Dharma de las más de 360 asambleas en los 5.048 volúmenes de sutras y comentarios; supongamos que tu exposición del Dharma es ágil como las nubes y las nieblas emergentes, y tu elocuencia es clara como el agua profunda y fluye como los ríos; supongamos que recibes ofrendas de los seres celestiales, y que los demonios y los espíritus toman refugio contigo; supongamos, además, que tienes poderes sobrenaturales para transformarte a ti mismo y mover los grandes miles de mundos, y que puedes secar los inmensos océanos, puedes volar en el cielo como una nube, puedes caminar sobre el agua como si estuvieses en el suelo, y tu cuerpo genera fuego y agua, viento y nubes, y luz radiante. Todavía, en los términos del gran asunto descrito previamente [del condicionamiento causal para la aparición de los Budas], no has visto el supremo Dharma del Buda, ni siquieras en sueños. Tales [poderes sobrenaturales y demás] mencionados antes son simplemente el asunto de los reinos de los dos vehículos [de los oyentes y los pratyekabudas] y de los que están fuera de la Vía, y esto es solo los medios de la cueva de los demonios. ¿Cómo pueden entender tales personas este Dharma maravilloso del despertar insuperable de los tathāgatas? Incluso si tantas personas así, como granos de arena en el Río Ganges estuviesen pensando y valorando durante tantos kalpas como granos de arena en el Río Ganges, ni una sola persona, ni media, podría alcanzarlo. Por ello, es difícil encontrar a una persona que practique de verdad, y también es difícil encontrar a un auténtico buen maestro.
Si encuentras a un maestro genuino con manos expertas, en el árbol marchito y en las cenizas muertas florecerán las flores y los brotes se desarrollarán. Entonces el fondo de tu viejo cubo lacado se cae de repente y alcanzas el terreno de los espontaneidad vital. (3) Viendo las formas, inmediatamente clarificamos la mente; escuchando los sonidos, inmediatamente realizamos la Vía. Debido a esto, cada ancestro lo transmitió correctamente, hasta que llegó de por sí a China, y el Dharma del Buda no se ha interrumpido ni siquiera hasta ahora.
¿No ves que el Maestro Zen Jiashan [Shan]hui, cuando era abad de Jingkou, dio un discurso en la Sala del Dharma, y un monje preguntó: «¿Qué es el dharmakāya?».
[Jiashan] Shanhui dijo: «El dharmakāya no tiene forma».
El monje preguntó: «¿Qué es el ojo del Dharma?».
[Jiashan] Shanhui dijo: «El ojo del Dharma no tiene defecto».
En ese momento, Daowu [Yuan]zhi estaba sentado en la asamblea, y se rió involuntariamente.
Jiashan descendió de su asiento, y con todo decoro hizo postraciones y consultó [a Daowu].
Daowu dijo: «Tengo un compañero practicante que vive en una barca en el Río Huating y ofrece enseñanza. Si vas a verlo, con seguridad recibirás algo. Debes cambiar tu manto y presentarte como un maestro de una escuela de las escrituras».
Jiashan siguió inmediatamente sus instrucciones, disolvió su asamblea y viajó a Huating.
El barquero, Chuanzi [Decheng] lo vio venir y le preguntó: «Maestro, ¿en qué templo vives?».
Jiashan dijo: «No vivo en un templo. No tengo nada que se parezca a una morada».
Chuanzi dijo: «Dijiste que no se parece, pero ¿a qué se parece?».
Jiashan dijo: «No es el Dharma ante tus ojos».
Chuanzi dijo: «¿Dónde estudiaste?».
Jiashan dijo: «No es un lugar donde alcancen los oídos o los ojos».
Chuanzi dijo: «Un dicho que te encuentra de frente se convierte en una estaca para atar un burro durante diez mil kalpas. He descendido una línea de trescientos metros, la mente en una laguna profunda. Se aparta del anzuelo por ocho centímetros. (4) ¿Por qué no dices nada?».
Jiashan intentó abrir la boca. Chuanzi empujó a Jiashan y éste cayó al agua. Jiashan asomó su cabeza y Chuanzi volvió a decir: «Habla, habla».
Jiashan intentó abrir la boca y Chuanzi le golpeó otra vez. De repente, Jiashan se iluminó profundamente y asintió tres veces con la cabeza.
Chuanzi dijo: «El sedal en el extremo de la caña de pescar se mueve a tu gusto. Sin perturbar las luminosas olas, la mente es profunda de por sí».
Jiashan dijo: «Has abandonado el sedal y has descartado el anzuelo. ¿Cuál es tu mente, maestro?».
Chuanzi dijo: «El sedal cuelga en el agua verde, la boya revela si hay mente o no. Habla de inmediato; habla de inmediato».
Jiashan dijo: «Las palabras están revestidas de inescrutabilidad, sin un camino; la lengua charla pero no dice nada».
Chuanzi dijo: «Pescando sobre todas las olas del río, uno se encuentra por primera vez escamas doradas».
En ese momento, Jiashan se tapó los oídos.
Chuanzi dijo: «Es así; es así». Entonces le confió [el Dharma a Jiashan] y dijo: «Estuve con Yaoshan durante treinta años y clarifiqué de verdad el asunto. Ahora ya lo tienes tú. De ahora en adelante no te quedes en las ciudades ni en los pueblos, sino quédate siempre donde no dejes huellas, e incluso donde no dejes huellas, no te quedes. Diríjete a los campos que puedas cultivar en las montañas profundas, forma a una persona o siquiera a media, transmite y continúa mi linaje y no permitas que se extinga».
Jiashan comprendió su significado, hizo postraciones de despedida, se levantó en la orilla y se marchó. Pero giró su cabeza varias veces para mirar atrás.
Chuanzi lo llamó otra vez: «¡Su reverencia!».
Jiashan miró hacia atrás. Chuanzi levantó un remo y dijo: «¿Tienes algo más que decir?». Una vez dicho esto, volcó la barca y se hundió en las brumosas olas. (5)
Dōgen comentó: Más tarde apareció en el mundo y residió en Jiashan. Se le puede llamar un verdadero león del linaje de los Śākya. Sin embargo, [Jiashan] estuvo bien en el diálogo sobre el Dharma incluso cuando vivía en Jingkou. Ascendió al asiento del león, y por el bien de los seres humanos y celestiales, expuso el Dharma, nunca se perdió ni fue derrotado. Después de conocer a Chuanzi no tuvo ningún Dharma superfluo. Y además, los practicantes que buscan genuinamente el Dharma deberían practicar así y continuar la vida de sabiduría del Buda, convirtiéndose en maestros de los seres humanos y celestiales. Hoy en día, si buscamos personas así por todo el mundo, finalmente no las podemos encontrar. ¡Ah, qué amargura!
La personas respetables que indagan sobre la Vía deberían saber que primero deben establecer la determinación de un hombre de hierro, y con los ojos puestos en donde no se puede añadir o quitar un solo hilo, ver el estilo de Chuanzi liberado del anzuelo. ¿Cuántas personas pueden seguir una práctica así? Si no eres así, pisotea y disuelve la luna solitaria en el corazón de las olas, para que puedas jugar en las olas flotantes de la luna.
(Traducido de: véase Libros Recomendados «Eihei Kōroku. Dōgen’s Extensive Record. Leighton & Okumura»). (6)

Kakemono, tinta sobre papel, 57.4 x 29.1 cm.
– Notas –
(1)
Estos hōgo, o «palabras sobre el Dharma», probablemente fueron escritos para estudiantes concretos y normalmente no se ofrecieron como charlas. Datan de antes de que Dōgen se marchase a Echizen y estableciese Eiheiji, cuando todavía estaba enseñando en el templo Kōshō Hōrinji, donde también se ofrecieron los discursos en la Sala del Dharma del Volumen 1 del Eihei Kōroku.
(2)
En el capítulo 2 del Sutra del Loto, «Medios hábiles», el único gran asunto del condicionamiento causal para la aparición de los budas se describe como para abrir, demostrar, realizar y ayudar a otros a penetrar la comprensión de los budas. Véase: [Threefold Lotus Sutra, Katō, Tamura y Miyasaka, págs. 59–60; y Scripture of the Lotus Blossom of the Fine Dharma, Hurvitz, pág. 30].
(3)
El viejo cubo negro lacado es una imagen tradicional en el Zen para la ignorancia fundamental.
(4)
Las dos últimas frases pueden interpretarse de varias formas. La segunda frase podría simplemente describir a Jiashan como ya «apartado del anzuelo por ocho centímetros». La «mente» en una laguna profunda se podría leer, bien como la mente o la intención de Chuanzi, o más en general como la mente de Buda. El pasaje podría leerse incluso como Jiashan pescando la mente, en cuyo caso a su anzuelo le faltan ocho centímetros.
(5)
Pequeñas porciones de esta historia se usan en los casos número 10 «La actividad sin huellas del barquero», 22 y 28 de los noventa kōans con comentarios de Dōgen del Volumen 9. Para otra versión de la historia, véase: [Zen’s Chinese Heritage, Ferguson, págs. 146–148].
(6)
Nota adicional (N. del T.)
Está disponible, para facilitar su lectura, el archivo PDF con los Discursos en la Sala del Dharma del Eihei Kōroku traducidos en este sitio web hasta ahora. Este archivo se puede descargar en la sección de «Recursos Zen · Textos Zen», haciendo clic en este enlace.
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