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Un llamamiento atemporal a los Budas y Bodhisattvas para despejar los cielos
379. Discurso en la Sala del Dharma de súplica para despejar los cielos en el décimo día del sexto mes [1250] (Eihei Kōroku, Volumen 5)
El año pasado y este año, a lo largo de la primavera, el verano, el otoño y el invierno, bajo los cielos las lluvias han caído sin cesar. La población entera se lamenta porque los cinco granos no maduran. Ahora el viejo Eihei, por el bien de rescatar a nuestra tierra del lamento, de nuevo hará súplicas elevando el discurso en la Sala del Dharma en ruego para despejar los cielos que fue ofrecido por mi difunto maestro Tiantong [Rujing] cuando residía en el Templo Qingliang. ¿Cuál es la razón? ¿Qué podemos hacer si el Dharma del Buda no alivia el sufrimiento de los seres humanos y celestiales? Gran asamblea, ¿entendéis claramente la intención de Eihei?
Cuando mi difunto maestro no había dado aún un discurso en la Sala del Dharma, todos los budas y ancestros no habían dado aún un discurso en la Sala del Dharma. Cuando mi difunto maestro dio un discurso en la Sala del Dharma, todos los budas de los tres tiempos, los maestros ancestrales de las seis generaciones y todas las fosas nasales y los diez mil globos oculares [de todos los maestros], dieron todos al mismo tiempo un discurso en la Sala del Dharma. No podían haber estado ni una hora antes ni media hora después. El discurso en la Sala del Dharma de hoy de Eihei también es así.
Después de una pausa, Dōgen dijo: Sin cesar, una, dos y tres gotas de lluvia, gota tras gota caen continuamente desde la mañana hasta la noche, transformadas en torrentes, por lo que no podemos hacer nada. (1) Los vientos y las olas desbordan por completo las montañas, los ríos y la gran tierra.
[Tiantong Rujing] estornudó una vez y dijo: «Antes de que termine un estornudo de este monje de manto remendado, las nubes se abren y aparece el sol».
[Tiantong Rujing] levantó su hossu y dijo: «Gran asambea, mirad aquí. El brillante cielo despejado se traga las ocho direcciones. Si las aguas siguen cayendo como antes, todas las casas se alejarán flotando al país de los demonios. (2) Haced postraciones a Śākyamuni, tomad refugio en Maitreya. Capaz de salvar al mundo de sus sufrimientos, maravilloso poder de la sabiduría de Avalokiteśvara, yo te invoco».
(Traducido de: véase Libros Recomendados «Eihei Kōroku. Dōgen’s Extensive Record. Leighton & Okumura»). (3)

– Notas –
(1)
Todas esta sección después de la pausa, desde «Sin cesar, una, dos y tres gotas de lluvia…» hasta el final de este discurso en la Sala del Dharma, está citada exactamente del volumen 1 de los Dichos Registrados de Tiantong Rujing.
(2)
El país de los demonios es el lugar de demonios peligrosos que se menciona en el capítulo 25 del Sutra del Loto, «El portal universal del que percibe los lamentos del mundo». El sutra dice que cuando se está en peligro en tal lugar, si se invoca el poder del bodhisattva de la compasión Avalokiteśvara, «Que percibe los lamentos del mundo», el bodhisattva aparecerá y te salvará. Véase: [Threefold Lotus Sutra, Katō, Tamura, and Miyasaka, pág. 320]. En castellano: «Sutra del Loto de la Maravillosa Ley», ed. Pablo Daró.
(3)
Nota adicional (N. del T.)
Está disponible, para facilitar su lectura, el archivo PDF con los Discursos en la Sala del Dharma del Eihei Kōroku traducidos en este sitio web hasta ahora. Este archivo se puede descargar en la sección de «Recursos Zen · Textos Zen», haciendo clic en este enlace.
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