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Dos monjes y un charco lleno de gusanos
197. Discurso en la Sala del Dharma (Eihei Kōroku, Volumen 3)
Recuerdo que cuando el Honrado por el Mundo estaba vivo hubo dos bhikṣus que querían visitar al Buda. Durante su viaje se deshidrataron gravemente y entonces vieron un charco al borde del camino con gusanos. Uno de ellos no bebió el agua con sus gusanos y murió de sed, tras lo cual nació en el cielo, vio al Buda y realizó la Vía. El otro bebió el agua y luego llegó al lugar del Buda. Después de escuchar lo que había ocurrido, el Buda se sacó su manto de monje, revelando su cuerpo dorado, y dijo: «Eres una persona muy necia. Crees que este cuerpo compuesto de los cuatro elementos es quién soy, pero solo es un fantasma apestoso. Ver el Dharma es ver mi cuerpo». (1)
El maestro Dōgen dijo: El monje que renació en el cielo vio el cuerpo del Dharma del Buda; el monje que permaneció en el reino humano vio el cuerpo del Buda de cuatro elementos. No sabemos qué fue lo que vio el monje que fue Buda.
Después de una pausa, Dōgen dijo: Si queréis observar al maestro, deberíais observar a sus discípulos. Después de todo, ¿cómo estamos?
El maestro Dōgen puso sus manos en gasshō (las palmas juntas) y cantó: Me refugio en el Buda; me refugio en el Buda.
(Traducido de: véase Libros Recomendados «Eihei Kōroku. Dōgen’s Extensive Record. Leighton & Okumura»). (2)
– Notas –
(1)
«Revelar su cuerpo dorado» implica que el Buda mostró el cuerpo Dharmakaya o cuerpo de la realidad, más allá del cuerpo material y carnal. El segundo monje había violado los preceptos al tragar los gusanos.
(2)
Nota adicional (N. del T.)
Está disponible, para facilitar su lectura, el archivo PDF con los Discursos en la Sala del Dharma del Eihei Kōroku traducidos en este sitio web hasta ahora. Este archivo se puede descargar en la sección de «Recursos Zen · Textos Zen», haciendo clic en este enlace.
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