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Eihei Kōroku Volumen 3

El pensamiento que rodea la Tierra

El pensamiento que rodea la Tierra

193. Discurso en la Sala del Dharma (Eihei Kōroku, Volumen 3)

 

Esta mañana es el primer día del noveno mes [de 1246]. (1) Tomemos nuestros zafus y practiquemos zazen. La costumbre de no sentarse antes del noveno mes no se observa precipitadamente en este monasterio, y tampoco se omite zazen antes de la comida del quinto día. (2) Nuestro pensamiento durante las sentadas inmóviles rodea la tierra; nuestra conciencia kármica ilimitada llena los cielos. Si bien esto es así, ¿queréis entender la clave de la puerta de ir más allá?

Después de una pausa, Dōgen dijo: Golpeando tres mil por la mañana, ochocientos por la tarde, si entendéis de verdad los entresijos íntimos, nunca los divulgaréis erróneamente. (3)


Las rocas asienten y el cielo se desvanece

194. Discurso en la Sala del Dharma (Eihei Kōroku, Volumen 3)

 

Según recuerdo, un monje le preguntó a un antiguo respetable [Guizong Daoquan]: «¿Hay o no hay Dharma del Buda en un precipicio escarpado en las montañas profundas?».

El respetable contestó: «Una roca grande es grande; una pequeña es pequeña».

Mi difunto maestro Tiantong [Rujing] dijo: «La pregunta sobre el precipicio escarpado en las montañas profundas fue respondida en términos de rocas grandes y pequeñas. El precipicio se desmoronó, las rocas se partieron y el cielo vacío se llenó con un estruendoso clamor».

El maestro Dōgen dijo: Si bien estos dos venerables maestros lo dijeron así, yo, Eihei, tengo otra expresión que transmitir. Si alguien preguntase: «¿Hay o no hay Dharma del Buda en un precicipio escarpado en las montañas profundas?» Simplemente le diría: Las rocas inertes asienten con sus cabezas una y otra vez. (4) El cielo vacío se desvanece completamente. Este [tipo de expresión] es un asunto que se da en el reino de los ancestros del Buda. ¿Cuál es [la realidad de] tal asunto en el precipicio escarpado en las montañas profundas?

Dōgen golpeó su bastón una vez, y descendió de su asiento.

 

(Traducido de: véase Libros Recomendados «Eihei Kōroku. Dōgen’s Extensive Record. Leighton & Okumura»). (5)

El pensamiento que rodea la Tierra · Eihei Kōroku
Imagen de Simon Steinberger en Pixabay

– Notas –

(1)

En China, durante los tres meses anteriores al primer día del noveno mes, debido al calor, la meditación en el monasterio era opcional. Sin embargo, en su colección de charlas iniciales, Shōbōgenzō Zuimonki, Dōgen dice que cuando estaba en China, él mismo mantenía su práctica de zazen durante los períodos de calor. Véase: [«Shōbōgenzō-Zuimonki, Sayings of Eihei Dōgen Zenji Recorded by Koun Ejō», Shohaku Okumura, trad., (Kyoto: Kyoto Sōtō Zen Center, 1987),  págs. 48–49].

(2)

Cada quinto día, aquellos que terminan en cuatro o en nueve, es un día que tradicionalmente hay un programa relajado en los monasterios Zen, sin reuniones con el maestro. Nuestra interpretación de este pasaje es que en Eiheji, a diferencia de los monasterios chinos, zazen estaba programado normalmente en estos quintos días.

(N. del T. En estos quintos días, las fechas que terminan en cuatro o en nueve, es cuando hoy en día en los monasterios Sōtō los monjes siguen la norma tradicional de afeitarse la cabeza).

(3)

«Golpeando tres mil por la mañana, ochocientos por la tarde» aparece en el comentario a la última línea del caso 61 del Hekiganroku (Crónica del Acantilado Azul), y se refiere a una práctica continuada desde la mañana hasta la noche. Véase: [Blue Cliff Record, Cleary and Cleary, pág 396].

(4)

«Las rocas inertes asientes con sus cabezas una y otra vez» es una referencia a Daosheng, gran discípulo de Kumārajıva y antiguo estudioso budista chino. Daosheng vio en el Mahāparinirvāṇa Sūtra que todos los seres pueden convertirse en Buda, por lo que fue a la montaña y expuso el Dharma a las rocas. Las rocas respondieron asintiendo.

(N. del T. Daosheng (Dōshō en japonés) (c. 360–434) fue un discípulo del gran traductor del Asia Central Kumārajīva. Daosheng fue un brillante estudioso responsable de muchos de los primeros comentarios chinos sobre los sutras Mahāyāna, incluyendo el Mahāprajñāpāramitā y el del Loto. Fue expulsado de su templo al final de su vida como supuesto hereje por haber declarado que todos los seres tienen la naturaleza de Buda, pero pronto fue rehabilitado cuando se tradujo el Mahāparinirvāṇa Sūtra al chino, que afirmaba su punto de vista.

(5)

Nota adicional (N. del T.)

Está disponible, para facilitar su lectura, el archivo PDF con los Discursos en la Sala del Dharma del Eihei Kōroku traducidos en este sitio web hasta ahora. Este archivo se puede descargar en la sección de «Recursos Zen · Textos Zen», haciendo clic en este enlace.

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