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Eihei Kōroku Volumen 3

La compasión del maestro y la determinación del discípulo

La compasión del maestro y la determinación del discípulo

185. Discurso en la Sala del Dharma pronunciado a petición del monje principal Ekan en recuerdo de su difunto maestro, el peregrino Kakuan (1) (Eihei Kōroku, Volumen 3)

 

Después de ofrecer incienso, Dōgen se sentó, levantó su hossu y dijo: ¿Quién puede igualar a Ekan en su conducta de responsabilidad filial? La dedicatoria de la conmemoración de hoy será claramente examinada por el espíritu sagrado [difunto]. La profunda determinación del discípulo que añora a su difunto maestro solo la conoce el difunto maestro. La compasión del difunto maestro simpatizando con su discípulo es conocida solo por el discípulo. ¿Cómo puede cualquier otro conocerlo? Las personas sin [tal relación] no pueden entender esta correspondencia. Por eso se dice, no se puede conocer con la mente, no se puede realizar sin la mente, no se puede alcanzar con la práctica-iluminación y no se puede medir con poder espiritual. Habiendo alcanzado esta base, ¿cómo se puede calcular?

Dōgen golpeó su bastón y dijo: Solamente este bastón siempre lo conoce claramente. ¿Por qué el bastón siempre lo conoce claramente? Porque este es el asunto, todos los budas del pasado son así, todos los budas del presente son así y todos los budas del futuro son así. Si bien esto es así, es exactamente el asunto del reino de los ancestros del Buda. ¿Cómo es este el verdadero principio de conocer y devolver nuestra deuda de bondad?

Después de una pausa, Dōgen dijo: ¡Ay de los días del pasado!, [ya que el maestro se convirtió] en un simple fragmento de vacuidad. Confudido por flores en los ojos, la gran tierra es roja. Sangre y lágrimas llenan mi pecho, ¿a quién puedo hablar? Solo deseo que [la enseñanza de] este bastón se difunda extensamente. Estos son los mismos dichos que conocen y devuelven nuestra deuda de bondad. ¿Qué es esto de ir más allá de los budas y ancestros?

Dōgen arrojó su bastón delante de la plataforma y descendió de su asiento.

 

(Traducido de: véase Libros Recomendados «Eihei Kōroku. Dōgen’s Extensive Record. Leighton & Okumura»). (2)

La gran tierra es roja - La compasión del maestro y la determinación del discípulo - Eihei Koroku
Imagen por Michal Jarmoluk de Pixabay

– Notas –

(1)

Este primer discurso en la Sala del Dharma del Volumen 3, pronunciado en el verano de 1246, fue solicitado por el discípulo de Dōgen Kakuzen Ekan (fallecido en 1251). Ekan era un sucesor en el Dharma de Bucchi Kakuan, quien a su vez era un sucesor en el Dharma de Dainichi Nōnin, fundador de la secta Daruma. Koun Ejō también había sido un discípulo de Kakuan. Ekan se convirtió en discípulo de Dōgen en 1241, trayendo consigo sus discípulos Tetsū Gikai (1219-1309), Kangan Giin (1217-1300) y Eihei Gien (fallecido en 1314), todos ellos llegaron a ser discípulos destacados de Dōgen. Tetsū Gikai se convirtió en el sucesor en el Dharma de Koun Ejō (1198-1280).

(2)

Nota adicional (N. del T.)

Está disponible, para facilitar su lectura, el archivo PDF con los Discursos en la Sala del Dharma del Eihei Kōroku traducidos en este sitio web hasta ahora. Este archivo se puede descargar en la sección de «Recursos Zen · Textos Zen», haciendo clic en este enlace.

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